lunes, 5 de julio de 2010

PRODUCCION CULTURAL COMUNICACION Y ETICA - EXPONE ALFREDO OLIVERA - LA COLIFATA

Expone Alfredo Olivera – Radio La Colifata

Producción cultural: comunicación y ética

Estaba escuchando a Toti Flores -a quien no conocía hasta aquí- y pensaba cómo se podían abordar los medios desde una lógica de producción cultural.
En ese sentido, creo que por un lado está el producto que realizamos colectivamente y que lo comunicamos a través de los símbolos y del lenguaje, y por otro lado están los modos que creemos éticos para producir esta bola cultural que nos representa como cultura.
Eso que él plantea de la desmentira de la percepción que hacen los grandes medios y el impacto que tienen en la subjetividad, lo veo en la distancia que inclusive en mi experiencia encuentro: desde la idea que tengo a priori del MTD, piqueteros, quilomberos, en relación con todo ese desarrollo, esa profundidad de pensamiento que comúnmente no tenemos la oportunidad de acceder.
De esa manera los mecanismos de producción cultural hacen que en este mundo determinados movimientos queden invisibilizados, descalificados, cristalizados, estigmatizados.
Ahí es donde encuentro el punto en común con el proyecto de La Colifata que también es un proyecto que podría definirse como terapéutico y social, un espacio de abordaje para la salud, un espacio clínico para un grupo de personas que tiene un padecer, pero también como un espacio de producción cultural a partir de tener otra lógica de abordaje de los medios.
Yo rescato el abordaje de los medios como poder escuchar y no tanto como poder convencer a otros. En el caso de la tarea que nos convoca en La Colifata esa posibilidad es muy rica.
La Colifata: un espacio de empoderamiento
Uno comúnmente no sabe cómo conducirse frente a aquellos que se conocen como locos. Nuestra cultura, nuestra sociedad practica conductas de discriminación y de reclusión para aquellos que se presentan como diferentes.
Lo que hacemos, entonces, es construir un espacio de empoderamiento para el paciente en el Hospital Borda. Una vez por semana durante 6 horas -donde en promedio 50 pacientes bajan de sus servicios a unos de los patios de la institución- colaboran para montar la radio y hablan. La forma se adviene después. La primera operación es que hablen, digan aquello que quieren decir. Y como ese espacio de advenimiento va a generar entre otras cosas también conflicto, ellos de a poco irán organizándose.
En nuestra propuesta de La Colifata trabajamos con un grupo de pacientes diagnosticados como psicóticos, donde por decirlo de algún modo la principal falla se da en la estructuración psíquica que se marca en lo simbólico, esto es, en la posibilidad de atender al lenguaje como capaz de dar sentido a la propia existencia.
Por eso con La Colifata el otro -el oyente, la comunidad- no sólo reflexiona, se hace preguntas, sino que le comunica al paciente de un hospital psiquiátrico que su voz tiene valor para otros, y así le devuelve el estatus de existencia.
Los medios de comunicación: de la salud mental a la legitimización de la locura
Actualmente La Colifata no sólo hace radio sino que también aborda otros medios para tratar de eliminar el impacto en el campo específicamente clínico, el de la salud mental con la problemática del sufrimiento mental, y en el campo comunitario donde intentamos abordar la legitimización de la locura.
Al abordar otros medios de comunicación tenemos un movimiento de un campo a otro y cada uno de estos campos cobra sentido en la medida que el otro tiene movimiento. Utilizamos los medios para enlazar este movimiento. Ahora lo estamos haciendo también con la televisión promoviendo microprogramas para el Canal de la Ciudad y para Telefé.
Todo esto se da en un marco de proyecto de La Colifata que es una gran paradoja. Por un lado fue la primera experiencia en el mundo en transmitir desde un psiquiátrico y cobró mucha visibilidad -hoy en muchos lugares del mundo distintos grupos están replicando el modelo de La Colifata, algunos abocados al plano netamente terapéutico otros atendiendo la cuestión del estigma. Por otro, uno da conferencias y eso, pero no tenemos financiamiento y tenemos serios problemas en ese sentido.
El desafío es cómo poder encontrar creativamente respuestas a la necesidad de sustentar el proyecto de La Colifata. En este momento estamos justo en el paso de una estructura de voluntariado a una estructura de profesionales que están brindando un servicio en salud utilizando medios de comunicación que en teoría pensamos que deberían estar rentados por el trabajo que realizan.

Palabras: 741

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