lunes, 5 de julio de 2010

GANANDOLE AL OLVIDO LOS TEJEDORES DE TRAS LA SIERRA

PROVINCIA DE CÓRDOBA
GANÁNDOLE AL OLVIDO
LOS TEJEDORES DE TRASLASIERRA


María Inés Papy y Carlos Sánchez –representantes de la Asociación Civil Nuestra Gente- coordinan el Programa de Revalorización de los Tejedores Tradicionales del Valle de Traslasierra y Pampa de Achala (Prov. Córdoba).
Dicho programa busca como: * proyecto económico: convertir el arte del hilado y el tejido en telar en una fuente de ingreso; * proyecto cultural: recuperar una técnica que se extingue y perfeccionarla mejorando la calidad en el proceso; * proyecto comunitario: generar productos rentables para que los descendientes de los tejenderos continúen con el oficio y no emigren.

El origen del proyecto
Carlos: Habíamos estado viajando y vimos que en todos lados que la problemática de la tejeduría es la misma: tiende a desaparecer. Uno de los agentes que precipita ese proceso es el intermediario: él va donde los tejedores tradicionales y les saca por muy poco dinero el fruto de su trabajo.
Acá en Traslasierra conocíamos de tejedores que vivían de manera aislada. Empezamos con un trabajo de campo convocando a once ó doce personas para hacer una exposición de tejedores para la Semana Santa del 2001. Con esto enfrentamos el descreimiento (sea porque no se vendía, sea por los bajos precios) de la tejeduría como una posibilidad de trabajo.

Los logros
Carlos: Con ese grupo en Mina Clavero armamos la primera exposición. Durante los cuatro días de Semana Santa, todo el grupo estuvo tejiendo, mostrando, dando a conocer cómo se hace un hilado. La aceptación del público fue muy importante.
A partir de esta experiencia nos dimos cuenta de que podíamos tener una continuidad, que en lugar de una exposición temporal podíamos transformarla en una exposición permanente.
Logramos una cesión de espacio para poder alojar la exposición. Poco a poco comenzamos a convocar más y más tejenderos e hilanderos de la región.
Estamos asombrados de todo lo que hemos podido avanzar: en lo comercial, porque de no vender empezamos a conseguirles ventas en forma directa al público; en lo cultural, porque esto ha revalorizado su trabajo y está empezando a actuar sobre su propia afirmación como tejedores.
La necesidad de participación
María Inés: Este proyecto requiere de más gente para que pueda sustentarse. Actualmente lo estamos sosteniendo nosotros dos. Los tejedores son viejos y necesitamos gente joven, a los hijos de los tejedores, por ejemplo. Gente que tenga ganas de trabajar y comprometerse sin ganar plata, como nosotros, hasta que se haga la ruedita.
Carlos: En este momento estamos coordinando el trabajo de un grupo de unas 40 - 45 personas que viven por todo el Valle de Traslasierra y La Pampa de Achala. El nivel participativo de ellos es casi cero.
El ideal sería involucrar gente joven. No le podemos exigir al tejedor mayor que participe en los aspectos sociales y de relaciones públicas que tiene todo esto. Lo que nosotros hacemos es armarles exposiciones en diferentes lugares, llevar las piezas, atender al público, vender y traerles el dinero…

Apertura hacia los jóvenes
Carlos: No es fácil. Pero la propuesta que le estamos haciendo al joven que está dentro del núcleo tejedor en el rancho es la salida laboral. Y los jóvenes están viendo que su familia está recibiendo un dinero por su trabajo y que este ingreso se genera de manera directa por la relación que establece, a través nuestro, con los consumidores. Pero todavía nos cuesta un poco interesarlos.
No sé si es por una cuestión cultural o social, pero lo cierto es que ellos y su trabajo han sido muy discriminados. Justamente algo de lo que hacemos es ir juntando documentación que les muestre cómo el público va aceptando sus productos. Esto se ve fundamentalmente en la exposición que tenemos en forma permanente acá en Mina Clavero o cuando la llevamos a otros lugares de la provincia. Queremos mostrarles que la gente considera el trabajo de los tejenderos como un oficio cultural muy valioso. Con toda esa información, intentamos que los jóvenes vean que lo que hace su abuelo, su papá o su mamá es muy valorado por gente que puede pagar por una pieza.

Un problema económico de base social y cultural
María Inés: lo más tremendo en esta lucha desigual es que trabajamos con el sector social más desprotegido.
En Mina Clavero se ve el problema. La mayor parte de los empresarios hoteleros son gente de afuera. Sus empleados -hijos y nietos de estos viejos- se ven a sí mismos como los pobrecitos. Cuesta mucho, pero hay que sacar toda esa historia de desvalorización del medio. Les decimos "Vos sos tejedor y como tejedor es muchísimo lo que tenés". Ese es el trabajo que queremos hacer desde abajo. Conseguir que sientan orgullo y dignidad de ser tejedores.
Esto sucede con todos los oficios artesanales. El municipio ve al artesano no desde lo patrimonial, lo cultural, sino desde la posibilidad o imposibilidad de pagar su puesto. Si no tiene dinero, no tiene puesto.
Por el otro lado, al comprador turista también hay que educarlo. Que sepa que una colcha es el producto de meses de trabajo y que el valor acá no es el precio. Y al abuelo hay que recodarle todo lo que ha trabajado para llegar a ese resultado.
Para el tejendero técnicas antiguas y calidad, son los pilares de esta actividad. Nosotros sabemos además que recuperando las técnicas antiguas recuperamos raíz también. Si recuperemos raíz, recuperamos precio.
Hay muy pocos tejedores que trabajen con calidad. Como son viejitos y muy pobres, muchos de ellos se volcaron al tejido porque había que hacer algo. A ellos no podés pedirles que cambien ahora. Por eso hacemos, en forma paralela, un taller en donde buscamos alentar a los jóvenes que recuperen de sus mayores las técnicas antiguas, los diseños y aprendan a trabajar con calidad. En definitiva estamos hablando de identidad.
Nosotros vemos que tenemos todas las condiciones para que esto genere fuentes de trabajo, mejore la dignidad y evite el desarraigo.

El porqué de poner el cuerpo en el proyecto
María Inés: Primero porque yo me siento tejedora. Soy tejedora y hay un gesto, que es el hilado con el huso, que está en todas las culturas desde que la humanidad necesita vestirse, y eso es muy fuerte para mí. Nosotros tenemos hijos, tenemos nietos y si dejamos que ese gesto se pierda, es mucho lo que perdemos. Yo lo lucho porque viene de atrás…
Fuente de la entrevista:

www.traslasierramix.com.ar/champa-ayllu

Contacto:
e-mail: tejenderostraslasierra@yahoo.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario