lunes, 5 de julio de 2010

DESDE EL MAM - MUSEO DE ALTA MONTAÑA EXPONE KATIA GIBAJA -

Expone Katia Gibaja - Salta

A TRAVÉS DEL IDIOMA RECUPERAR LA IDENTIDAD

Katia Gibaja es psicóloga clínica egresada de la UBA. Desde pequeña aprendió el quechua. Hoy se dedica a enseñarlo en dos instituciones a las que preside: la Academia de Quechua Qollasuyo (Salta) y la Fundación Ecos de la Patria Grande.
En esta nota -desde el Museo de Antropología de Alta Montaña en Salta- Katia nos habla de las tareas de acercamiento a la comunidad que realiza en su fundación, del trabajo recíproco y solidario, la minka y el ayni, del idioma del Inka, y del ser indio en Argentina.

Mi nombre es Katia Gibaja. Ante todo soy una mujer andina. Hablo quechua desde pequeña.
A este idioma ancestral lo hablan casi 20 millones de personas en todo el mundo. En Buenos Aires, según las últimas estadísticas, cerca del millón (por los migrantes de Bolivia, de Santiago del Estero, etc.). En tanto idioma para la recuperación de la identidad indo-americana el quechua tiene una vigencia constante, aunque todavía se lo usa en lo más íntimo del hogar para las decisiones que tiene que tomar una familia.
Trabajo en el MAM (Museo de Arqueología de Alta Montaña) en el centro de Información Andina en donde están los tres niños de Laya (en idioma quechua laya significa linaje inca) expuestos junto a un enorme ajuar con más de 120 piezas.
Es una de las riquezas patrimoniales que tiene Salta, ya que por primera vez este museo tiene un ajuar completo. Esto implica un compromiso profundo para el estudio de cada una de esas piezas, como también lógicamente el trabajo con respeto de lo que han sido nuestros ancestros.
Estamos trabajando de manera ardua con nuestros visitantes. Muchos son descendientes de comunidades andinas. Hay de distintos niveles académicos. Recibimos también niños a quienes les hemos dado a conocer algunas palabras en el idioma quechua. También se les enseña literatura. Estamos acostumbrados a que nuestros niños conozcan literatura clásica, pero, ¿por qué hemos olvidado aquellos relatos orales de la comunidad andina? Por ejemplo, el origen de la hoja de coca, del arco iris, qué implica el sol y la luna, qué pasó en el lago más alto del mundo (el Titicaca), qué personajes existen en la memoria colectiva como Mama Oglio, los primeros incas fundadores de la cultura, Viracocha.
Estamos en un lugar desde donde podemos recuperar lo que significan 500 años de mixturas que lamentablemente fueron tapados con el asfalto del olvido y que hoy tratamos de rescatar para fortalecer la identidad latinoamericana.
En relación con esto, uno de los trabajos que realizamos -a través de la academia Qollasuyo y de la fundación Ecos de la Patria Grande- fue el III Congreso Mundial de la Lengua Quechua en octubre de 2004.
De acuerdo a las investigaciones si los tres niños del Llullaillaco despertaran, hablarían quechua o quechua aymara que son más o menos idiomas similares con modificaciones semánticas. Por eso este Congreso Mundial se denominó Niños del Llullailaco.
A este Congreso asistieron muchas personas que investigan y recuperan el idioma quechua, porque si hay algo que nos pueda ayudar a todos nosotros a poder trabajar, conocer, valorar formas de integración de pueblos es el idioma. Necesitamos volver a conceptualizar términos que han sido distorsionados.
Nos parece importante, y sobre todo en el norte argentino, la recuperación del idioma a través de la investigación. Y en esto la fundación Ecos de la Patria Grande y la academia Quechua Qollasuyo Salta están trabajando.
Por eso realizamos jornadas precolombinas durante 17 años dedicadas a docentes de nivel de EGB 1.2.3 y Polimodal. Hemos invitados a personalidades representativas de todo el mundo andino, desde Bolivia, Ecuador, Perú, las cuales están trabajando de manera muy seria más allá de lo que ha quedado de los cronistas españoles del siglo XV. Para nosotros estos cronistas son personas que han servido a la Corona española, obligados a escribir lo que veían y ellos al no entender el idioma han puesto traductores, pero con mentalidad grecolatina y románica quizás han interpretado en forma errónea muchos de los conceptos andinos y lo han plasmado en libros sintetizando prácticamente un teléfono descompuesto.
Por eso estamos sufriendo ese desarraigo de los conceptos primarios, de ahí que tal vez hoy Argentina sea un país “anti-indigenista”.
Podemos confirmar eso mirando el billete de 100 pesos. Ese billete es un billete “anti-indigenista” por que está Julio A. Roca que fue una de las personas protagonistas de la campaña del desierto, y se llama desierto porque precisamente llegaron a hacer desierto un lugar que estaba habitado.
Todos los argentinos debemos tener conciencia de que muchas veces el mensaje que puede ser subliminal puede influir en las conductas humanas.
El Martín Fierro, por ejemplo, donde se galardona la figura del gaucho y toma el concepto prehispánico de indio como salvaje.
O lo que es mucho más triste, y lo digo con un enfoque psicoantropológico ya que el mandato familiar es mucho más importante para el desarrollo de un ser humano: cuando observamos que un niño se porta mal, y la madre que le grita: “-¡portate bien, no seas indio!”. Este uso de la palabra es muy fuerte como mandato anti-indigenista: toma un concepto negando la realidad preexistente de las culturas primigenias.
Hay muchas provincias argentinas, por ejemplo Salta, donde tenemos en la Municipalidad un símbolo en el que un español está armado hasta los dientes con un perro: sabemos que el perro fue usado en la cacería de aborígenes. Es un elemento anti-indigenista vigente ya que todos los documentos salen con ese escudo.
Por consiguiente haciendo un diagnóstico situacional podríamos decir que vivimos el anti-indigenismo.
Y por eso creo que -frente a esta situación- todos debemos participar. Y ¿cómo se participa en un cambio social, para que no exista un movimiento oficial anti-indigenista? Bueno, simplemente adoptando una perspectiva más amplia y teniendo elementos para conocer nuestra cultura. Hay un dicho, nadie ama lo que no conoce.
Es muy importante que tomemos en cuenta para un cambio social, primero y principal, quiénes son los indios, y qué esté implicando esto.
Además es muy importante detenernos en el término indio: la palabra nos está mostrando la primera globalización que existió en el siglo XV. La tuvimos cuando a los habitantes de una organización precolombina de estados confederados independientes se los denominó indios, nos llamaron indios.
Así cuanto más avanzamos más entendemos nuestro pasado. Hay un concepto andino, ñaupa, relacionado con el tiempo que dice que el pasado está adelante y no atrás. La palabra ñaupa es una de las pocas que tiene movimiento porque ñaupa es lo suficientemente atrás para cualquiera de nosotros para proyectarnos hacia delante, sería lo que hace el atleta cuando toma envión para proyectarse. No es lo del antiguo que se quedo ahí, sino aquello que viene para proyectarse hacia adelante. En la actualidad sería reconocernos lo suficientemente atrás para proyectarnos en el nuevo milenio.
De ahí la importancia de la investigación. Por ejemplo: ahora nos damos cuenta de que cuando más evolucionamos en el conocimiento matemático digital, más conocemos a esos indios. Con respecto a esto me gustaría tomar dos puntos: primero que el idioma quechua (idioma que hablo como lengua materna, que me ha permitido comprender las culturas andinas, a pesar de haber tenido serias dificultades en la Universidad para poder realizar mis oraciones con la gramática española) es un idioma binario como el aymara. ¿Qué significa eso?
En el año 1989 un investigador de Bolivia, Iván Rojas de Guzmán, dio a conocer que el idioma ancestral americano quechua–aymara es binario y por consiguiente tiene el lenguaje de las computadoras. Esto implicaría poder realizar bajo este idioma todo lo que puede ser escrito en las computadoras. Pero acá viene algo que pertenece a mi investigación, una hipótesis de qué significa el nombre del idioma del inca. El nombre del idioma del inca no era quechua ni inca , quechua y quichua es apodo del nombre originario runa simi. Runa significa humano, simi lengua. Runa simi es lengua humana. Ahora, ¿un idioma que tenga el nombre de la lengua humana no es algo perogrullesco? Es para pensar, ¿cómo se van a colocar su nombre como si fueran todas las lenguas del mundo? La explicación estaría en que como ese idioma tiene todos los fonemas del mundo, por consiguiente runa simi, es la lengua humana porque abarca todos los fonemas del mundo.
La investigación es importante para comprender conceptos y conocer nuestra cultura.
En el incario, en esa organización social de la última etapa, aparecen la minka, el waika, el ayni. Es decir, diferentes sistemas de reciprocidad y trabajo compartido.
Cuando hablamos de waika es el momento en el que dos pueblos que se necesitan para la resolución de un conflicto se ayudan (la waika en la actualidad existe).
La palabra ayni expresa uno de los elementos más importantes de significación de solidaridad recíproca, trabajo compartido y hermandad. EL ayni también es dar una mano, por ejemplo de una familia a otra en la cosecha de la papa, por la extensión de cultivos, también existen ejemplos de reciprocidad en el intercambio de animales, esto todavía ocurre en la zona de Tucumán donde se prestan un padrillo para que hayan animales de buena calidad, también se prestan semillas.
Los diferentes tipos de solidaridad trabajo compartido o reciprocidad son valores que hoy resultarían muy necesarios para nuestra comunidad y son valores que tienen que ver con nuestros indios.
En este sentido, con la fundación Ecos de la Patria Grande y la academia Qollasuyo estamos realizando tareas de acercamiento a la comunidad. Como por ejemplo, llevar el idioma quechua a algunas comunidades que lo han perdido a través de cursos de capacitación para que ellos recuperen ese idioma y puedan a su vez enseñarlo, difundirlo.
Además, otra tarea que se está realizando de manera virtual a través de la academia Quechua es el ofrecimiento de nombres a futuros padres para que puedan elegir alguno ya sea mapuche, quechua-aymara, etc. Esto lo pueden consultar en las web o bien acá en el MAM. También estamos apadrinando nombres para empresas.
En actividades semejantes colocamos en la ciudad de Salta nombres aborígenes (caciques, etnias, mitos, idiomas, etc.) a las calles, avenidas, plazas. Esto se ha realizado, por ejemplo, en el barrio General Belgrano tomando en cuenta el pensamiento americanista del General Manuel Belgrano.
Creo que en la medida que se recupere el idioma, los conceptos, va a ayudar mucho a fortalecer la identidad americana.



Lic. Katia Gibaja
katiagibaja@hotmail.com
gibajak@uolsinectis.com.ar

1 comentario:

  1. Acabo de volver de Salta y todavía no puedo manejar la conmoción que me provocó la muestra del MAAM; es realmente impresionante!. La plegaria a los niños me pareció sublime, y la presentación en ambos idiomas una muestra cabal de tu compromiso en la conservación, la difusión y el amparo de la cultura quechua. Me encantaría, de ser posible, tener una copia de la misma. GRACIAS!!!

    ResponderEliminar