lunes, 5 de julio de 2010

ENTREVISTA CON FERMIN CENTRO CULTURAL ESTACION PROVINCIAL LA PLATA

ENTREVISTA CON FERMIN - CENTRO CULTURAL ESTACIÓN PROVINCIAL –
LA PLATA – Calle 71 y 17 -

PELIGROSOS SOÑADORES DE LA REPÚBLICA DE MERIDIANO QUINTO

La proto-historia del Centro Cultural se abre con el primer ocaso del tren. Entre 1961-1962 el gobierno de Frondizi por medio del plan Larkin (un general de EUA Director del Plan Nacional de Tranporte) fomentó el transporte automotor en detrimento de los trenes al cerrar el 32% de las vías: construyó rutas y estableció fábricas de armado automotor. Hubo resistencia, protestas, huelgas. Hasta el ‘75 pasaron algunos trenes de carga. Después el cese fue definitivo.
El ramal nacía en La Plata, pasaba por Avellaneda y terminaba en Mirapampa -justo en el límite con La Pampa. A este ramal se lo conoce también como Ferrocarril hacia el Meridiano V porque por Mirapampa pasa este meridiano.

Hagamos un poco de historia sobre el Centro…
El CCEP surgió a fines de 1998. En ese entonces la Junta Vecinal (que depende de la Municipalidad) convocó a los vecinos y a las instituciones del barrio a un salón de la Estación para ver qué opinaban sobre el edificio de la Estación y sobre qué podía hacerse con él. Las conclusiones fueron: por un lado que debería volver el tren, y por otro, viendo la imposibilidad de la primera, que sería algo muy importante que se dieran talleres, se realizaran eventos y se abriera una biblioteca. La Junta llevó las conclusiones a la Municipalidad. Ésta las recibió y sólo dio el apoyo verbal.
Cuatro vecinos (Beatriz, Lidia, Oscar y Abel) decidieron empezar a trabajar para que no quedara eso en la nada. Le pidieron al jefe de la estación -Mario Alzugaray quien depende del Ente Interventor del Ferrocarril- un salón que daba al andén. Llamaron a profesores para talles de artesanías con madera, tela, etc. Y así arrancó el centro con 3 o 4 talleres y algún almuerzo de vez en cuando para recaudar plata.
En el 1999 los talleres siguieron por el amor a la estación que tienen esas personas. Venían alumnos, se movía, y propusieron hacer todas las semanas una feria de artesanías. De esa manera y con almuerzos se financiaron durante dos años.
Después en el 2001 vino el gran problema de que la Facultad de Periodismo (UNLP) quería trasladar sus instalaciones acá. Problema porque este edificio es patrimonio histórico y cultural. Se armó tal revuelo que el diario sacó un artículo, leyéndolo me enteré de la pulseada ganada por los vecinos. Empecé a averiguar y con Rodrigo fuimos a una reunión de los fundadores donde les contamos nuestras ideas y quedaron encantados con que se acercara gente joven. Éramos: Rodrigo, Fermín, Érica y Milagros.
Cuando llegan ¿qué encuentran?
La primera postal eran cuatro personas contentas, reunidas, comiendo, pero no mucho más. Así arrancamos en el 2002 con más publicidad, más talleres, y ahí de 15 alumnos pasamos a 100. Hicimos la feria todas las semanas, empezamos actividades a la noche. En esa época cada tanto nos echaban. Mario nos avisaba que venía una inspección de los ferrocarriles. Así que llevábamos todas las cosas a los galpones.
Cuestión que en ese 2002 –a pesar de que habíamos ido a hablar con la Intervención de Trenes con el proyecto, y de que nos rechazaron porque había 80.000 proyectos antes- le entregaron en comodato la Estación a la Dirección de Cultura y Educación de la provincia para que la utilizara con fines culturales. Fue un bajón, sobre todo porque había que negociar con el gobierno de la provincia. Pero en 2002 terminamos sin que nadie viniera a hacer nada.
Y siguieron luchando…
Sí. En 2003 nos costó arrancar por las dudas de qué pasaría, pero arrancamos. A los meses una nueva inspección. Sacamos las cosas, y cuando volvimos encontramos candados que había puesto la Subsecretaría de Cultura de la Provincia. Otra vez golpeamos las puertas, pero nadie nos daba pelota, ni la provincia, ni la municipalidad. Hasta que encontramos al que puso los candados y logramos la autorización para poder volver. Estuvimos tres semanas afuera. E hicimos nuestra jugada. Decidimos que cuando llegara el OK nos íbamos a instalar en el piso de arriba (hasta ahí trabajábamos en la parte de abajo). Y nos instalamos. Fue una fiesta, aunque estaba todo un poco destruido desde el techo y los pisos hasta las paredes. Es a partir de que estamos acá arriba que empezó a moverse más, a sumarse mucha gente.
En el 2004 hubo un último intento de parte del gobierno de instalarse en el edificio. Vinieron a ver porque querían traer el Museo de Bellas Artes. Eran doce personas de traje. La propuesta era que nos fuéramos a una casa o algún lugar para no dejarnos clavados. Pero más allá del dinero que decían tener, todo quedó en la nada. Porque históricamente todos los gobiernos dijeron que iban a hacerse cosas con la Estación.
En el 2005 arrancamos bastante mal por el efecto Cromañón. Por eso empezamos con espectáculos nocturnos con música con menos decibeles, e impulsamos propuestas más de teatro, cine… Y al mismo tiempo, por la misma causa, saltó todo el vacío legal que había en los centros culturales porque no hay ordenanzas que nos contemplen. Fuimos convocados por la Dirección de Cultura y nos inscribimos treinta salas de teatro y centro culturales y empezamos el camino de la legalidad burocrática.
¿Y el futuro?
El futuro del Centro es mejorar ediliciamente (techos, pisos, vidrios): poder pintar y arreglar algunas salas. Hoy la estética del lugar un poco es nuestra y otro poco es por falta de recursos. Queremos lograr que participen más grupos de intelectuales, artistas, que sea un lugar de concurrencia para que acá pase algo, cosas, libros, sin perder el ritmo de lo popular: murga, teatro, candombe. Otra cosa es darle vida cultural al barrio, lo que pasa es que aún falta el apoyo del municipio: el espacio está y la gente está.







Oferta culturales: cine musicalizado en vivo, música de varios estilos, teatro comunitario, teatro infantil.

Talleres: artesanales (pintura sobre tela y madrea, cestería ecológica, tejido a mano y crochet, manualidades y artesanías), danza (folklore, tango, afro), música (bajo, guitarra, lenguaje musical), intelectuales (historia argentina, periodismo, filosofía), taller literario para niños Los libros no muerden para niños de 6 a 12 años gratis y con una merienda al final.

Financiamiento: CCEP se sostiene con el dinero del café-bar y de los talleres. Las tareas operativas (camarero, barman, cocinero) se pagan para hacerlas profesionales. No son rentadas las personas de la comisión directiva. Sí cobran los profesores que dan los cursos dentro del Centro. La idea es generar fuentes de trabajo.

Red de Centro Culturales. El CCEP forma parte de la Red de Centros Culturales de La Plata junto con el Centro de Cultura y Comunicación, El Faldón Centro Cultural, Daniel Omar Favero Asociación Cultural y El Núcleo. El objetivo es optimizar sus actividades por medio de charlas, jornadas y materializar encuentros cada dos a tres meses donde se muestren las actividades de cada centro. Ahora intentan hacerlo cada un mes (aunque saben que muchas veces lo operativo tapa lo estratégico porque si no están los vasos lavados para la noche la cosa no funciona).

Contactos:

www.estacionprovincial.com.ar, ccestacioncultural@hotmail.com,

Fermín: 15-523-9639

Palabras: 1203

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