lunes, 5 de julio de 2010

MINGA EN ACCION


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1 Es mentira. Como ustedes pueden ver es mentira: nada del espacio blanco superior nos asusta. Incluso nada de él ha de sorprendernos. La descripción es fácil, sencilla: hay una serie de puntos suspensivos que intentan con su debilidad semejar el espacio vacío, y hay desde ese espacio vacío, haciendo referencia a él, una nota al pie como nota al pie de la nada. Todo este artilugio lo ofrece MINGA a sus lectores con la intención simple y poderosa de que éstos –ustedes- dejen de serlo pasivamente para convertirse en autores, en puros redactores de MINGA. La idea es que ocupen (enviando su texto a minga_comunitaria@yahoo.com.ar) sin miedo ese espacio blancuzco con el título y el texto que ustedes deseen siempre que se refiera a cuestiones comunitarias: experiencias, proyectos, ideas, comentarios razonados, sugerencias proyectuales, cuentos, historias. MINGA no tiene veleidades copyrightistas, ni sobre lo propio ni sobre lo ajeno –porque no hay tal ni cual, excepto cuando pensamos a lo propio como colectivo, no como lo individual. (MINGA –por ejemplo- reconoce que se ha basado (¿robado?) en ciertas reminiscencias propias de un saber enciclopédico de Mallarmé para lo de la página en blanco tan temida, y en Manuel Puig y Jacques Derrida entre otros, por ejemplo en lo de acentuar el contenido en la nota al pie.) MINGA no busca originalidad, busca la acción del lector. MINGA quiere que la escriban muchos, que la escribamos, corrijamos, aumentemos, editemos, critiquemos, muchos, todos los posibles. MINGA es –y esta distinción también es enciclopédica- material y formalmente comunitaria. MINGA quiere que a MINGA la hagamos muchos más que los que la empezamos. MINGA se quiere plantear a sí misma y para todos una prueba: ver si se puede construir un espacio periodístico verdaderamente democrático, sin criterios censales, aplicando el único criterio de que lo escrito sea y responda a lo comunitario, pero no que lo alabe, sino que se refiera a él de múltiples maneras, porque quiere ver si es posible eso o si en verdad el periodismo es una cuestión de exclusión de lo no escuchable. MINGA propicia el anti-copyrightismo, porque propicia que todo un colectivo heterogéneo, inestable, mayor un día, menor otro sea dueño de este espacio. MINGA que alguna vez leyó a Proudhon y adhiere a la sentencia: la propiedad es un robo, está tranquila asentada en la siguiente falacia: nadie podrá robar un trabajo comunitario, porque a la hora de intentarlo estará colaborando en la MINGA y será así parte del proyecto.

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